Yolanda Díaz adquiere el bar Garibaldi pero le ofrece a su antiguo dueño un puesto de camarero.
Yo quiero mi guión
Hace una semana Hacienda me notificó que me había equivocado en la declaración del 2022 y que, además de lo que ya pagué entonces, debía soltarle otros 180€. Hoy, tras las alegaciones enviadas, me notifica que jajaja, pa ké kiere saber eso, era bromi.
Después de años intentando comerse su propia polla, un día lo consiguió. Al instante descubrió con gran estupor que la sensación no era la de que te comieran la polla, sino la de estar comiéndote una.
Llevo unos meses en Madrid y ahora comprendo esta fama de estar en la calle y de terrazas: la gente no quiere volver a sus 'viviendas' en las que cenar en el sofá con una bandeja en las rodillas entre ropa húmeda tendida por encima de los muebles, sin ventanas y con el ruido de la tele del vecino.