Sólo lo sentí por todos esos peregrinos de el Camino que se apartaban para que los frikis pudiéramos pasar. Me hizo sentir un poco invasor, pero al mismo tiempo participe de su aventura. Algunos gritaban "ánimo!", y a veces respondíamos con un "Buen camino!".

Pensaba al terminar, disfrutando del bocata de chistorra y la cerveza que nos esperaba en la meta... ¿Y ahora qué? ¿Qué objetivo me pongo para seguir corriendo? ¿Necesito un objetivo todavía?