Porque luego estas cosas solo se empiezan a saber a partir de un punto de inflexión donde, por lo que sea, se ponen de acuerdo en que ahora sí se puede dar leña al emérito y proteger al preparao al mismo tiempo. Mira todos los esfuerzos dedicados a que lo del compiyogui (por ejemplo) se diluya.
Pero vamos, que aquí se secuestró la portada de un medio satírico porque llamaba vago al felipito y a muchos les pareció hasta bien.
O ha sido Felipe o gente que quiere congraciarse con él, menudas ratas, de informar sobre los dineros del viejo ya tal, sólo que era un cerdo.
Totalmente de acuerdo. Ahora la narrativa es que el hijo no es como el padre. Pero me flipa la poca vergüenza de periodistas reconociendo el tema sin ningún pudor, es más, con cierto orgullo.