Eso si, al final del día el protagonista es otra herramienta del escritor. ¿Harás un protagonista de buen corazón que se enfrenta a la adversidad, manteniendo sus ideales hasta el final? O ¿Qué tal una persona horrorosa, que busca recomponer su vida y enmendar los errores de su pasado?

¿Y si nos ponemos picantes? ¿Un gran héroe que poco a poco se corrompe hasta caer en las garras del mal que tanto detestó?