Bueno, ahora que en casa ya terminó toda la parafernalia católica navideña, puedo volver a la razón de que Cristo no era cristiano, y ni habló ni enseñó cristianismo en ninguna etapa de su vida.
Dos personas no se pueden querer por igual. La reciprocidad es un espejismo o un desiderátum. Se ama a fondo perdido y sin concesiones. Y si la otra persona también lo hace, os hundiréis en el mismo cenagal y allí podréis daros la mano.
Hoy día se debería enseñar programación y seguridad informática, desde primaria hasta finalizar la universidad. Tanto o mucho más como las matemáticas.
No hay de otra, uno esta obligado a superar lo que nuestro lugar de origen no supera. En nuestra particularidad, claro está.
Punto a favor si se refiere a tener habilidad de respuesta ante las situaciones que se presentan. O lo que es lo mismo, ser responsable de con qué reacciona ante las circunstancias que no pueda controlar.
La mente es esclava de la tercera ley de newton. XD
Bueno, a ver qué tal resulta este lugar.