Hablar de ficción y de política me parece bien, lo que me resulta muy deprimente son las opciones habilitadas como estándar hoy. Quizás sea eso, que todo (y todos) esperen que te acerques al arte no como espectadora y a la información no como sujeto político, sino como consumidora.

"¿Viste la nueva serie de streaming que es igual a las otras 10 series que salieron los últimos dos años de ese género?" "Preferí mirar canales de youtube de cocina".

"¿Escuchaste lo que dijo Mengano en el programa de Fulano?" "Prefierí hacer Duolingo".

Así que soy la que siempre está en "¿Viste tal cosa?" "No". "¿Escuchaste el editorial de Fulano en Blablá?" "No".

El doble de esa paja para el otro rato de la charla en el que se dedican a hablar de los streams, podcasts y programas de radio de opinión política de gente que no me interesa y que no es más lúcida ni tiene mejor información que el más tonto de mis conocidos.

Me da mucha paja que haya que ponerse a ver esas series de mierda guionadas sin ganas y que llevan como 10 horas de tu tiempo cada una que se hacen ahora para sostener una conversación casual con casi cualquiera.

Tuve pocos mejores, vos?

Es el Quijote de las pelis de vampiros, ya no puedo tomarme ninguna en serio.

¿Peli favorita de vampiros?

18. La costa atlántica argentina en verano.